Origen: Voto de acción de gracias que el pueblo de
Almonte hizo en 1813 tras haberse librado de un duro castigo
de las tropas francesas como represalia ante la muerte de
un oficial francés de manos de los almonteños
cuyos acontecimientos tuvieron lugar entre los días
18 y 19 de agosto de 1810. El acta del Voto tiene fecha de
16 de agosto de 1813, año desde el que se viene celebrando
esta otra manifestación que, de carácter más
local, el pueblo almonteño dedica a la Virgen del Rocío.
El pueblo de Almonte fue salvado de la esperada masacre y
atribuyó su salvación a la Virgen del Rocío.
Dicho Voto formal lo hicieron los Cabildos secular y eclesiástico
de Almonte y la Hermandad Matriz expresando así su
agradecimiento en las mismas fechas fijas cada año
originándose de esta forma lo que se conoce como Rocío
Chico, en contraposición al Rocío Grande que
se celebra por Pentecostés.
Lugar: esta celebración festiva tiene lugar en la aldea
de El Rocío y aunque es de carácter más
local al celebrarse en el mes de agosto cada año acuden
más personas aprovechando su estancia veraniega en
la misma aldea.
Cultos: durante los días 16, 17 y 18 tiene lugar un
triduo preparatorio que organiza la Hermandad Matriz. A las
doce de la noche del 18 de agosto sale un Rosario por las
calles de la aldea, que finaliza con la entrada del Simpecado
de Almonte en el santuario. El 19 por la mañana, los
almonteños cumplen la promesa hecha en 1813 mediante
la función del voto terminando con la procesión
eucarística alrededor del santuario.
Hechos que originaron el Rocío Chico:
La muerte del capitán francés Pierre D’Ossaux
el 17 de agosto de 1810, en plena invasión napoleónica,
en el número 7 de la calle del Cerro en la villa
de Almonte, de manos de un grupo de almonteños que
atacaron por sorpresa a los dos destacamentos acuartelados
en el pueblo, fue el hecho que dio pie a otra celebración
anual que Almonte dedica a su Patrona: el Rocío Chico.
Ante lo sucedido, el mariscal Soult dio la orden desde Sevilla
de que el pueblo fuera completamente saqueado y de que todos
sus habitantes fueran castigados. Tomaron preso a las autoridades
civiles, eclesiásticas y hombres notables del pueblo,
mientras se esperaba el batallón que tendría
que arrasar la villa. Durante la noche del 18 al 19 de agosto
de 1810, los almonteños, ante el terror de la inminente
masacre se encomendaron a Ntra. Sra. del Rocío, su
Patrona, pidiéndoles protección. De forma
incomprensible y afortunadamente para el pueblo entero nunca
llegó ese batallón salvándose así
del castigo de las tropas napoleónicas. En 1813,
y una vez expulsado de Andalucía el ejército
francés, el pueblo de Almonte hizo solemne Voto de
acción de gracias a la Virgen del Rocío por
haberle librado de las terribles consecuencias que hubieran
ocasionado las tropas francesas aquel agosto de 1810.
El acta del Voto tiene fecha de 16 de agosto de 1813, día
en que se reúnen los Cabildos secular, eclesiástico
y la Hermandad de la Reina de los Ángeles, María
Sma. del Rocío en la sacristía de la única
Iglesia parroquial de la villa de Almonte, Ntra. Sra. de
la Asunción. Después de manifestar la lamentable
situación en la que el pueblo español se encontraba
y relatar con detalle lo ocurrido en el pueblo aquellos
tristes días de agosto, los reunidos, de unánime
consentimiento y conformidad acordaron
"hacer, como hacen, voto formal y expreso, por sí
y en nombre de los que le sucederán en adelante para
siempre jamás de pasar en la madrugada del día
diecinueve de agosto de este año y de todos los venideros
en la Ermita de Nuestra Madre y Sra. en cantar una Misa
solemne en acción de gracias por el singular favor
de haber conservado este pueblo, libertándolo de
las furias y rigor de los satélites del Tirano, para
lo cual se anunciará al público el dieciocho
con repiques de campanas y el diecinueve pasará una
Diputación compuesta de tres Sres. Eclesiásticos,
tres del Ayuntamiento constitucional y tres hermanos de
la Venerable Hermandad en señal del justo reconocimiento
en que vivimos por el expresado favor..."
días 18 y 19 de agosto de cada año lo que
se conoce como ROCÍO CHICO, cuya función principal
consiste en una misa solemne seguida de una procesión
eucarística alrededor del Santuario a la que asisten
las autoridades locales y sin sacar nunca la Imagen a la
calle, exceptuando tres ocasiones en toda la historia, siendo
una de ellas, la más reciente, aquel 19 de agosto
de 1988, en que la Virgen sí procesionó por
el Real del Rocío con motivo del 175 aniversario
del Voto del Rocío Chico. Sirva también como
anécdota la celebración de esta fiesta de
acción de gracias a la Virgen por primera y única
vez en la historia, en el propio pueblo de Almonte en 1963,
año en que la Imagen se encontraba en Almonte desde
el mes de junio con motivo del derribo de la antigua Ermita
para la construcción de su nuevo y actual Santuario.