Uno de los impulsos históricos más fuertes que
ha recibido la aldea almonteña tuvo lugar en el siglo
XVI con la fundación de la Capellanía en la
Ermita por Baltasar Tercero Ruiz, lo cual dio origen al nombramiento
de un capellán cuya presencia o visita a aquel apartado
lugar era uno de los datos humanos más relevantes.
Fue importantísimo y definitivo el legado que hizo
Baltasar haciendo constar en su testamento, fechado en 1587,
la asignación de 2.000 pesos "ensayados y marcados"
para fundar la Capellanía y así dar cultos a
Santa María de las Rocinas, denominación entonces
de la Virgen del Rocío, nombrando como Patronos al
Ayuntamiento de Almonte, al cura y al vicario de dicho pueblo.
Sin la llegada de esta herencia, posiblemente aquella escultura
y Ermita hubieran desaparecido en aquella entonces apartada
aldea.
No obstante, un acontecimiento de capital importancia y
de gran repercusión para la historia de la devoción
rociera, tuvo lugar en la Parroquia de Almonte el 29 de
junio de 1653. Fecha memorable para los almonteños.
Estando la Virgen del Rocío en el pueblo, por motivo
de una gran sequía, se le proclama PATRONA DE ALMONTE
y se hace VOTO de defender el Dogma de la Inmaculada Concepción
para "siempre jamás".
Imagen de la Romería del RocíoEs a partir
de entonces, a mediados del siglo XVII y desconociendo fechas
concretas y exactas, cuando se le cambia el nombre a la
Imagen, que pasa de las Rocinas a Rocío, y también
la fecha de la fiesta en honor de la ya Patrona de Almonte,
la cual se celebraba en el mes de septiembre, pasando su
celebración a Pentecostés.
Se presenta a continuación, en versión actualizada,
lo más significativo del Acta de proclamación
de Santa María de las Rocinas (hoy Rocío)
como Patrona de la Villa de Almonte, 29 de junio de 1653.
"[...]
Sea notorio y manifiesto que nos, el Concejo, Justicia y
Regimiento de la Muy Antigua y Noble Villa de Almonte, del
Excelentísimo señor Duque de Medina Sidonia,
mi señor, y de todos los demás eclesiásticos
y seculares que aquí firmamos, estando juntos en
la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción
de esta dicha Villa, decimos: Que considerando las muchas
y grandes obligaciones que esta dicha Villa y todas las
de su comarca tienen a la Reina de los Ángeles, Santa
María de las Rocinas , Señora nuestra, por
los comunes y particulares beneficios que le confesamos
todos los presentes y hubieron nuestros antepasados, pues
en las mayores angustias, necesidades y aflicciones, el
remedio universal se ha hallado en la Divina Magestad por
esta Serenísima Señora. [... se formula el
Voto de defender el misterio de la Inmaculada Concepción
]. Y para que esto sea estable, firme y permanente para
siempre jamás, votamos por Patrona de esta Villa
a la Reina de los Ángeles Santa María de las
Rocinas, y la solemnidad de la fiesta, con misa solemne
y sermón, en el día que acordáremos
y determináremos en nuestro Ayuntamiento; y con toda
humildad pedimos al hermano mayor y hermanos de la Cofradía
de esta gran Señora, a los que no fuéremos,
nos apunten y escriban por tales en ella. Y establecemos
y definimos por acuerdo y definición, con toda la
autoridad que podemos y en nuestro capítulo y Ayuntamiento
secular que valga y tenga fuerza y perpetua firmeza para
siempre jamás, y por tal lo mandamos escribir en
este nuestro libro capitular; y hacemos el mismo voto y
juramento de no permitir, consentir, ni en ninguna forma
o manera dar lugar a que nadie sea recibido por capitular
de este Concejo, ni hermano de la dicha Cofradía,
si no es haciendo después de los dichos votos éste
especial. [...] y su Divina Majestad se sirva que estos
beneficios vayan siempre en aumento de su santo servicio,
gloria y honra de su Santísima Madre, defensa de
la fe católica, exaltación de la Iglesia Romana
y verdadero cumplimiento de este Voto, hecho en la iglesia
de Nuestra Señora de la Asunción, de la Villa
de Almonte, en domingo veinte y nueve días del mes
de junio de mil seiscientos y cincuenta y tres años".